El síndrome de Couvade «es una manifestación absolutamente normal», que no tiene nada de patológico y que más bien recoge todos esos conflictos derivados del cambio vital que es ser padre: miedos, inseguridades, ansiedad.
¿Es posible que los hombres puedan experimentar un embarazo fantasma, una especie de embarazo psicológico o embarazo de empatía? Si, si es posible, y a esto se le conoce como «Síndrome de couvade»
El nombre del síndrome deriva de la palabra francesa «couver», que significa incubar, y con él se designa a un conjunto de síntomas involuntarios asociados a la gestación que no tienen ninguna causa física aparente y que experimentan algunos hombres que van a ser padres. El psicólogo perinatal Máximo Peña describe el fenómeno como «un síndrome idiopático y transitorio en el cual los futuros padres experimentan una serie de síntomas fisiológicos y psicológicos, sin base patológica aparente, parecidos a los de su compañera embarazada, y que desaparecen después del parto de la mujer.
Lo cierto es que sabemos muy poco acerca de sus características clínicas e impacto real.
De hecho, no forma parte de la Clasificación Internacional de las Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud, ni del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría», cuenta el especialista. Es decir, que no está reconocido como una enfermedad del cuerpo ni de la mente. Pero existen casos varios casos.
Síntomas frecuentes del síndrome de Couvade moderno
Son vómitos, mareos, dolor abdominal y dental, cambios en el apetito, fatiga, insomnio, estreñimiento, problemas intestinales y cambios de peso, entre otros.
En 2013, un equipo de investigadores polacos observó a 143 hombres que esperaban un bebé y concluyó que el 72% de los mismos experimentó durante el embarazo de su mujer al menos uno de 16 síntomas identificados. Sus resultados fueron publicados en la revista especializadaMedical Science Monitor.
Un estudio anterior, de 2007, de la Universidad St. George’s de Londres observó a 282 futuros padres que asistían al hospital con sus parejas embarazadas y confirmó que 11 de ellos reportaron síntomas similares a los de Ashby.
Según dijo entonces el doctor Arthur Brennan, líder del estudio, «algunas personas pueden pensar que estos hombres están fingiendo, pero están lejos de buscar atención sobre sí mismos, estos síntomas son involuntarios«.
El síndrome de Couvade «es una manifestación absolutamente normal«, que no tiene nada de patológico y que más bien recoge todos esos conflictos derivados del cambio vital que es ser padre: miedos, inseguridades, ansiedad.
Por otra parte, apunta, en algunas culturas es muy difícil para el hombre expresar esa ansiedad. Admitir, por ejemplo, que le da miedo ser padre o que no sabe qué hacer. Y por eso se somatiza.
Es el cuerpo el que lo expresa
Como no se considera una enfermedad, tampoco hay un tratamiento específico para tratar el síndrome de Couvade.
Pero Gil Sánchez sugiere que facilitar la expresión de las emociones y de las preocupaciones puede ayudar a mitigar los síntomas.
Por otro lado, según el estudio en Londres del doctor Arthur Brennan, la mayoría de los síntomas reportados por los hombres desaparecieron después del parto.