Las madres, sobre todo las madres pertenecientes a la generación de los millennials (generación Y, es decir personas nacidas entre 1980 y 1995. El término millenial radica en que es una generación que se volvió adulta con la llegada del nuevo milenio y a la par del arribo de las nuevas tecnologías y la digitalización), se caracterizan por ser mamás que les gustan estar informadas sobre distintos temas de maternidad y crianza, con el ánimo de ejercer una maternidad creativa.
Lo anterior sin omitir que las madres actuales buscan romper con ciertos patrones de crianza, llevados a cabo por algunas generaciones antecesoras y apelar a una crianza positiva y respetuosa. Pero, ¿qué es la crianza respetuosa?
¿Qué es la crianza respetuosa?
Al hablar de crianza respetuosa, y basándonos en los especialistas, nos referimos a aquella que vela por el respeto de los derechos de la infancia, la igualdad de género y los derechos humanos.
El principio básico de la crianza respetuosa es la igualdad de derechos entre niños y adultos. Este tipo de crianza promueve la educación de los niños de manera consciente, estableciendo límites, pero sin que haya castigo o represión de por medio. Es un modelo educativo basado en el amor, el respeto, la empatía y los límites no punitivos.
La crianza respetuosa busca generar un fuerte lazo emocional entre padres e hijos, teniendo como principal misión lograr un bienestar integral del niño.
Pautas de la crianza respetuosa:
– Infórmate, conoce, respeta y haz valer los derechos de las niñas, niños y adolescentes, esto te permitirá establecer límites respetuosos.
– Demuestra siempre afecto y apoyo. Cuida, fomenta y fortalece el vínculo afectivo desde su nacimiento y en todas las etapas de crecimiento, comunica tu cariño de manera abierta y respetuosa.
– Basa la crianza en la participación igualitaria de madres y padres, compartir responsabilidades familiares ayudará a un sano desarrollo de las niñas y los niños.
– Comunícate con tus hijas e hijos de manera positiva. A veces hablamos de manera negativa porque estamos cansadas, estresadas, tenemos problemas o no sabemos qué hacer. Hay que hablar siempre a nuestras hijas e hijos como nos gustaría que nos hablaran, con respeto y empatía. Trata de no gritar, establece un diálogo respetuoso y afectuoso.
– Establece reglas claras y consecuencias de acuerdo a su edad. Las niñas y los niños necesitan saber lo que es y no es aceptable. Asegúrate de que sepan por qué son necesarias las reglas, las razones por la que las has establecido y los límites. Es importante hacer notar que, si se rompen, habrá consecuencias. Las reglas y consecuencias no deben ser percibidas como imposiciones o castigos, sino como acuerdos necesarios para la convivencia.